
Recuerdas tu primero beso, recuerdas tu primera vez, recuerdas tu visita al zoo…y sobre todo recuerdas tu primer coche. Y es que para los amantes de los automóviles nuestros ‘hijos’ son estas cositas de cuatro ruedas. Seguro que tú recuerdas cuál fue tu primer coche. Yo también. Hoy quiero hacer una reflexión sobre lo que han supuesto los vehículos en mi vida. Hay gente que recuerda sus amores, yo también pero en este caso a ritmo de motor. Siempre podré decir que mi amor fue sobre ruedas.
Podríamos decir que una herramienta como la publicidad nunca ha sido tan importante como lo es justo ahora, en este momento de la Historia. Hay muchos indicadores que así nos lo muestran. Y es que solo tenemos que echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar de qué estamos hablando. En nuestras calles, en soportes como los autobuses o los coches de empresa, en la radio, la televisión o los periódicos, en nuestras redes sociales y en más y más páginas web (sobre todo a través del marketing de contenidos) se ha generado una fiebre tremenda por la publicidad.
La industria es una de las patas claves para una economía. Sin ella, es mucho más complicado que la situación económica de una determinada zona o país sea lo suficientemente potente como para ser considerada una de las mejores del mundo. Hay múltiples ejemplos de ello: países como Estados Unidos, Japón o Alemania no están entre los mejores del mundo en materia económica por casualidad. Están ahí porque han sabido desarrollar un sector industrial potente y eficaz. Y, en el caso alemán o nipón, el médico ha sido doble puesto que fueron dos de las naciones derrotadas en la Segunda Guerra Mundial y se recuperaron de dicho mazo con una rapidez tremenda.
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