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Las historias de mis coches

Recuerdas tu primero beso, recuerdas tu primera vez, recuerdas tu visita al zoo…y sobre todo recuerdas tu primer coche. Y es que para los amantes de los automóviles nuestros ‘hijos’ son estas cositas de cuatro ruedas. Seguro que tú recuerdas cuál fue tu primer coche. Yo también. Hoy quiero hacer una reflexión sobre lo que han supuesto los vehículos en mi vida. Hay gente que recuerda sus amores, yo también pero en este caso a ritmo de motor. Siempre podré decir que mi amor fue sobre ruedas.

Mi relación con los coches comenzó pronto, son de esas cosas que ya sabes que tienes que tener en tu vida. A los 18 años ya me saqué el carnet de conducir, no tuve problemas, porque tenía experiencia de haber conducido en mi pueblo los coches de mi padre. Dicen que no es bueno porque crea vicios, pero en mi caso me sirvió para llevar una pose y una calidad que  no todos teníamos. Por supuesto me saqué el carnet a la primera, tanto en el teórico como en el práctico. Algo que no muchos pueden decir. Y solo tuvo que hacer 20 prácticas, el mínimo.

Renault Express

Aún recuerdo mi primer día ya con carnet de conducir. Me sentía el hombre más feliz del mundo y con ganas de comerme el mundo. La teoría dice que el primer coche que tienes que tener tiene que ser uno de segundo mano, en mi caso fue uno de tercera. La famosa Renault Express, un mito para varias generaciones y de los coches más vendidos, era la tercera generación. Pasó por las manos de mi padre, luego de mi hermano y al final en las mías. Ya conocía este vehículo de mi etapa en el pueblo, fue con ella con la que tuve mis primeras veces.

Y la verdad es que recuerdo con una sonrisa esta etapa. Me sirvió para ir y venir a mi primer trabajo. Eso sí, eran días de invierno y la verdad es que la edad pasa factura. Por las mañana tenía que rascar para quitar el hielo de Valladolid. Mientras que en verano acumulaba el calor que parecía un horno. Y por supuesto, a un coche le conoces en las buenas y en las malas. En las malas conocí a mi Express cuando se me paraba. Al final fueron dos años muy intentos, para cuando tuve dinero ahorrado, como pasa en la vida, nuestros caminos se separaron.

Nissan Primera

La segunda vez en mi vida estuvo protagonizada por un Nissan Primera. En este caso mi Primera fue un cinco plazas con motor delantero transversal y tracción delantera. Con carrocerías sedán de cuatro puertas, liftback de cinco puertas. ¿Por que este coche? Pues porque me lo dejó mi cuñado porque se había comprado uno nuevo.

Con él comencé a notar la diferencia entre gasoi y gasolina. Tenía más motor que la Express y estaba claro que era mucho más guapo. Además conocí los accesorios y sobre todo, cosas como que se podía subir la ventanilla con un botón o que la música podía escucharse a través de CDS. Eran tiempos de evolución y recuerdo hacer mis primeros ‘viajes largos’ como por ejemplo a Santander o Oviedo desde Valladolid. Sin embargo, un accidente de tráfico provocó que mi relación con él fuera efímera. DEP mi querido Nissan.

Toyota Yariss

Y después del Primera llegó al Yariss. Sin duda un acuerdo porque para lo que le necesitaba era perfecto. Un coche pequeño, de cinco puertas, que me sirvió para ir a  trabajar durante más de diez años. Fue todo un acierto porque no me dio ningún problema, las revisiones eran muy cómodas y baratas. La verdad es que no tengo ninguna pega. Era perfecto para andar por ciudad y encontrar sitio de aparcamiento de una manera sencilla.

BMV

Sin embargo todo cambia en la vida y cuando pude progresar en mi trabajo decidí que era el momento de cambiar de coche. Y hacerlo a lo grande con un precioso BMW. Un coche de segundo mano que llega con todas las prestaciones. Aunque es cierto que me dio un susto y lo tuve que llevar al taller Paiz, especializado en BMW y MINI. Allí me dieron unos cuantos trucos y ahora mismo mi coche es un pepino. Con él he hecho viajes incluso hasta el extranjero, (Portugal y Francia) y he descubierto mi gusto por conducir. Sin duda la mejor apuesta por mi vida. A la cuarta había encontrado el amor de mi vida. De momento sigo con él y espero que me duré durante muchos años. Es mi niño.

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