Puede que ya hayas oído hablar tanto de la ley de bienestar animal como del sello, por lo que cabe la posibilidad de que estés pensando que a quienes realmente beneficia, es a los animales.
No te vamos a negar que su función principal es proteger a los animales. Sin embargo, no es la única ventaja de su creación.
En este artículo, vamos a explicar en profundidad qué productos llevan este sello y por qué te animamos a comprarlos, no sólo para proteger a los animales, sino para proteger y mejorar también tu propia salud.
En primer lugar ¿Qué es el sello de bienestar animal?
El sello de bienestar animal es una insignia o marca que llevan algunos productos en su envase para dar constancia al consumidor de que dicho producto se ha fabricado cumpliendo con todas las garantías de bienestar animal y seguridad alimentaria.
El bienestar animal implica que ningún animal ha sido maltratado, encerrado o usado para experimentar con él en ningún momento de su vida. No debemos confundirlo con los productos veganos los cuáles están fabricados a partir de elementos completamente contrarios al origen animal, usando sustitutivos de la carne y de otras proteínas.
Tampoco debemos confundirlos con los productos “libres de crueldad» o «cruelty free» que podemos ver en perfumerías y tiendas de maquillaje. Estos productos han sido fabricados y testados sin implicar a los animales en el proceso.
Sin embargo, el sello de bienestar animal implica que ha sido fabricado a partir de un animal o tras la participación del mismo. Por ejemplo, los huevos de gallinas criadas en libertad o “camperos”, están firmados bajo el sello de bienestar animal. A diferencia de las gallinas criadas de forma cruel en un corral hacinadas unas con otras, las otras gallinas disfrutan de su libertad y no sienten estrés por poner huevos.
No todos los productos pueden llevar este sello. Dicho sello se debe conceder a las empresas a partir del certificado “Welfair” supervisado por la OIE (Organización mundial de la salud animal) y diferentes entidades colaboradoras del mismo.
Para ello, la empresa y la granja deben ser analizadas en profundidad realizando exámenes y pruebas para certificar que, durante los procedimientos indicados, el animal no sufre y no lleva una mala vida (ni una mala muerte).
En España, encontramos muchas empresas que pueden presumir de tener dicho certificado y firmar sus productos con el mismo.
Sería realmente conveniente que el resto de empresas siguiera el ejemplo de la Finca El Campillo, famosa por su queso “Adiano” de producción limitada. Es la primera quesería en toda España que ha obtenido su certificado de bienestar animal y además es la única, cosa que nos asombra y nos entristece a la vez.
¿No deberían las demás empresas, concienciarse por los animales y darles un trato justo? Si aún no te hemos convencido con estas palabras, espera a conocer lo que vamos a contarte a continuación.
Ingerir alimentos firmados con el sello “bienestar animal” afecta positivamente a nuestra salud.
En estos últimos años hemos experimentado una producción de carne en masa. Una de las causas principales, es el nacimiento de tantas macro granjas, el cual no han hecho más que impulsar a las personas al consumo excesivo de animales. Todo esto acaba dando lugar a criar animales encerrados que se convertirán en alimentos de escasa y dudosa calidad, porque tal y como avisan en el diario El Confidencial, el estrés sufrido por los animales afecta decisivamente al sabor de la carne.
Piénsalo detenidamente, y vas a llegar a la misma conclusión; la carne de esos animales no supone nada bueno para nosotros. Está fabricada a partir de su sufrimiento, tanto en su vida como en su muerte. Estos pobres animales no están felices ni tranquilos. Tan sólo están encerrados durante toda su vida esperando a que los maten o a que saquen provecho de ellos.
Es por ello que, la carne que proviene de un proceso de fabricación que ha respetado la tranquilidad y el cuidado del animal, tendrá (a diferencia de la otra) efectos positivos en nuestro organismo.
Para empezar, dicha carne tiene mejor calidad nutricional que la de animales criados en malas condiciones. También suma el hecho de que dichos animales han seguido una dieta equilibrada y más variada que los demás, por lo que el producto final será de mucha más calidad que los otros. Además, al disfrutar de una dieta más variada, se ha demostrado que esta carne puede tener niveles más bajos de grasas saturadas y un mayor contenido de ácidos grasos saludables, como el omega-3.
Por lo tanto, concluimos este artículo con la esperanza de que hayas podido entender correctamente qué información hay tras un producto que porte el sello de bienestar animal y te animamos a que optes por consumirlos frente a otros. Los animales nos aportan mucho durante toda nuestra vida desde que nacemos, así que ¿Por qué no decidir tratarles con amor y respeto?