¿Quién no está estresado hoy día? Somos la sociedad más estresada de la historia ¡a los datos me remito! Y no es de extrañar. El trabajo, la presión por comprar, por consumir, por tener dinero, por ser alguien debido a la influencia negativa de las redes sociales ¡todo nos hace sentirnos acelerados constantemente! ¿Y qué nos causa ese estrés? Pues problemas de salud varios, como es el caso del bruxismo.
El bruxismo es un problema que por desgracia afecta a más del 70% de la población mundial, y exceptuando algún que otro caso, por lo general la mayoría de las personas lo sufren debido al estrés.
¿Cómo afecta este problema a nuestra vida diaria? ¿Podemos deshacernos de él, si logramos deshacernos del estrés? ¡Te lo cuento a continuación!
Conozcamos el bruxismo.
El bruxismo es una condición en la cual una persona aprieta o rechina los dientes de manera involuntaria, ya sea durante el día o, más comúnmente, mientras duerme. Se considera un trastorno del movimiento relacionado con el sueño y puede ocurrir sin que la persona afectada sea consciente de ello.
Existen dos tipos principales de bruxismo: el bruxismo diurno, que ocurre mientras la persona está despierta, y el bruxismo nocturno, que ocurre durante el sueño. El primero suele estar asociado con la tensión o el estrés, mientras que el segundo puede estar relacionado con problemas de sueño, como la apnea del sueño.
Las causas exactas del bruxismo no se saben con exactitud, pero se piensa que están relacionadas con una combinación de factores físicos, psicológicos y genéticos. Como venimos diciendo, el estrés, la ansiedad, los problemas de alineación dental y ciertos trastornos del sueño son algunos de los factores que pueden contribuir a este problema.
¿Cómo podemos detectar que tenemos un problema de bruxismo?
Detectar un problema de bruxismo puede ser complicado, sobre todo si ocurre durante el sueño. Sin embargo, hay varias señales y síntomas que pueden indicar la presencia de este hábito involuntario:
- Desgaste excesivo de los dientes.
Los dientes pueden volverse más planos o más pequeños debido al desgaste provocado por el rechinar constante.
- Sensibilidad dental.
Aumenta la sensibilidad al frío, al calor o al comer ciertos alimentos debido al desgaste del esmalte dental.
- Dolor o rigidez en la mandíbula.
Sensación de dolor, tensión o rigidez en la mandíbula, especialmente al despertarse.
- Dolores de cabeza frecuentes.
Dolores de cabeza, sobre todo en la zona de las sienes, que pueden estar relacionados con la tensión en los músculos faciales y mandibulares.
- Dolor de oído.
Aunque no se trata de un problema en los oídos, el dolor puede irradiar desde la mandíbula hasta esa zona.
- Chasquidos o molestias al abrir y cerrar la boca.
Sensación de chasquidos, crujidos o dolor en la articulación temporomandibular (ATM), al abrir o cerrar la boca.
- Dificultad para dormir bien.
Problemas para conciliar o mantener el sueño debido a la incomodidad en la mandíbula o el dolor de cabeza.
- Mordeduras o marcas en la lengua o mejillas.
Morderse la lengua o las mejillas de forma involuntaria mientras duermes.
- Despertarse con los dientes apretados.
Notar que tienes los dientes apretados al despertar, sin recordar haberlo hecho de forma consciente.
- Comentarios de tu pareja sobre ruidos nocturnos.
Si tu pareja menciona que escucha un rechinido durante la noche, puede ser una señal clara de bruxismo nocturno.
La relación directa del bruxismo con el estrés.
Pues sí: el bruxismo y el estrés están estrechamente relacionados.
El estrés, la ansiedad y las tensiones emocionales son factores importantes que pueden desencadenar o agravar el bruxismo, especialmente el bruxismo diurno, que ocurre cuando estamos despiertos. El bruxismo nocturno, aunque también puede estar relacionado con el estrés, guarda una conexión más compleja que involucra otros factores, como problemas de sueño y la alineación dental.
Si te preguntas si reducir o eliminar el estrés puede ayudar a disminuir la frecuencia y la intensidad del bruxismo, la respuesta es ¡Sí! La mayoría de las personas experimentan una gran mejora en sus síntomas de bruxismo cuando aprenden a manejar mejor el estrés, utilizando técnicas como la meditación, el ejercicio, o simplemente adoptando hábitos de vida más saludables.
Sin embargo, es importante destacar que no siempre funciona o hace que éste desaparezca por completo; como comentamos al inicio, el bruxismo puede originarse por múltiples causas y factores, como predisposiciones genéticas, problemas en la alineación de los dientes, o trastornos del sueño, ya que no se puede confirmar con exactitud al 100% su origen. Por lo tanto, aunque la gestión del estrés es una parte fundamental del tratamiento del bruxismo, no siempre es una solución definitiva.
¿Cómo podemos dejar de estar tan estresados?
Funcione mejor o peor para eliminar el bruxismo, dejar de estar estresados es fundamental para tener una mejor calidad de vida. Para lograrlo podemos intentar:
- Practicar la meditación y la respiración consciente.
Dedicar unos minutos al día a la meditación o a ejercicios de respiración profunda puede ayudarte a calmar la mente y reducir la tensión. La atención plena (mindfulness) es especialmente útil para enfocarte en el presente y aliviar el estrés.
- Hacer ejercicio regularmente.
La actividad física es una excelente manera de liberar endorfinas, las hormonas del bienestar, que ayudan a reducir el estrés. Ya sea caminar, correr, practicar yoga o cualquier otra actividad, el ejercicio regular mejora el estado de ánimo y combate la ansiedad.
- Mantener una alimentación equilibrada.
Comer bien influye directamente en cómo nos sentimos. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas y granos enteros, junto con una buena hidratación, proporciona los nutrientes necesarios para que el cuerpo maneje mejor el estrés.
- Dormir lo suficiente.
El descanso es muy importante para la recuperación mental y física. Intenta mantener una rutina de sueño regular, creando un ambiente relajante antes de acostarte y evitando las pantallas al menos una hora antes de dormir.
- Organizar el tiempo.
Planificar y priorizar tareas puede reducir la sensación de estar abrumado. Usa agendas, calendarios o aplicaciones para gestionar tus tareas y asegúrate de incluir tiempo para el descanso y las actividades que disfrutas.
- Conectar con otros.
Hablar con amigos, familiares o con un terapeuta sobre lo que te preocupa puede aliviar el estrés. El apoyo social es clave para sentirte comprendido y menos solo en momentos difíciles.
- Limitar el consumo de cafeína y alcohol.
Estas sustancias pueden aumentar la ansiedad y el estrés. Redúcelas o elimínalas de tu dieta, especialmente en momentos de alto estrés.
¿Puede tratarse el bruxismo?
Como conclusión, debemos preguntarnos lo siguiente: ¿tiene cura entonces, el bruxismo, o sólo podemos optar a intentar reducir su intensidad a través de la eliminación del estrés?
Bueno, este problema no siempre tiene una cura definitiva, pero puede ser tratado de manera efectiva a través de una combinación de enfoques terapéuticos que buscan reducir los síntomas, prevenir el daño dental y abordar las causas subyacentes.
Según aconsejan los profesionales de la salud bucodental Palma Médicodental, uno de los tratamientos más eficientes y comunes son las férulas o protectores bucales, que se colocan sobre los dientes durante la noche para protegerlos del desgaste y reducir la presión sobre la mandíbula. Aunque no eliminan el hábito de apretar o rechinar los dientes, estos dispositivos son muy útiles para prevenir daños a largo plazo y aliviar el dolor asociado al bruxismo.
Además, como dato a recordar, el estrés es un factor importante en la aparición del bruxismo, por lo que las terapias de manejo del estrés, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación, el yoga o la respiración profunda, pueden ser muy útiles.
En casos distintos, como en los que el bruxismo está relacionado con problemas de alineación dental, un dentista puede recomendarnos un tratamiento de corrección, como el uso de brackets u ortodoncia, para mejorar la mordida y reducir el hábito de rechinar los dientes.
También se pueden emplear terapias de reentrenamiento muscular, que consisten en ejercicios diseñados para relajar la mandíbula y enseñar a la persona a evitar apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria; en situaciones más graves, se puede recurrir a medicamentos recetados por un dentista o médico. Estos fármacos pueden incluir relajantes musculares para la mandíbula, medicamentos para reducir la ansiedad, o tratamientos específicos para los trastornos del sueño que a menudo acompañan al bruxismo.
Y no nos olvidemos de modificar ciertos hábitos de vida que pueden ser negativos para nuestra salud bucodental y desencadenar el bruxismo: es importante reducir el consumo de estimulantes como la cafeína y evitar masticar chicle, o morder objetos duros, para estrategias minimizar los episodios de bruxismo. Por otro lado, mejorar nuestro descanso, asegurando un ambiente de descanso tranquilo y regular, también puede contribuir a la reducción del bruxismo nocturno.
¡Vivir sin bruxismo es posible! Te lo garantizo. Poniendo de nuestra parte, trabajando en nuestro bienestar y prestando atención a nuestros hábitos diurnos y nocturnos, podremos dar con el problema y además ayudar a prevenirlo o tratarlo. Al fin y al cabo, nosotros somos los mejores cuidadores de nuestra salud que podemos encontrar ¡así que, cuídate mucho y no te olvides de contactar con un profesional de la salud bucodental si sospechas que algo no va bien!
