Un divorcio puede transformar la estructura familiar de manera drástica, especialmente cuando hay hijos menores involucrados. Aparte de las implicaciones emocionales, existen importantes aspectos legales que deben ser considerados para garantizar el bienestar de los menores.
A continuación, profundizamos en varios de los temas legales más relevantes que afectan a los hijos durante y después de un proceso de divorcio.
Comprendiendo el divorcio.
Un divorcio es el proceso legal mediante el cual un matrimonio es disuelto. Este procedimiento implica la resolución de aspectos como la distribución de bienes, la custodia de los hijos, las pensiones alimentarias y otros temas relacionados con la convivencia y la manutención tras la separación.
Aunque la decisión de divorciarse es tomada por los adultos, los efectos sobre los hijos suelen ser los más difíciles de gestionar, tanto en el plano emocional como en el legal. Este divorcio puede ser solicitado por cualquiera de los cónyuges o de manera conjunta, y existen diferentes tipos dependiendo de la situación de la pareja, los cuáles vamos a ver a continuación:
- Divorcio de mutuo acuerdo: es el más sencillo y rápido, ya que ambas partes están de acuerdo en la disolución del matrimonio y las condiciones asociadas, como la custodia de los hijos, la distribución de los bienes y la pensión alimentaria. Este tipo de divorcio se puede tramitar ante un juez sin necesidad de juicio, siempre que no existan desacuerdos importantes.
- Divorcio contencioso: este ocurre cuando uno de los cónyuges no está de acuerdo con la disolución del matrimonio o con las condiciones propuestas por el otro. En este caso, el divorcio pasa por un proceso judicial en el que un juez toma decisiones sobre la custodia de los hijos, la distribución de bienes y otros aspectos. El proceso suele ser más largo y costoso debido a los desacuerdos.
- Divorcio exprés: en algunos países, se permite un divorcio exprés cuando los cónyuges no tienen hijos menores de edad y han llegado a un acuerdo mutuo. Este proceso suele ser más rápido que el de mutuo acuerdo, pero con menos trámites burocráticos.
¿Quién se asegura de que se cumpla la ley ante los problemas con los hijos en un divorcio?
En un divorcio, los tribunales son los encargados de garantizar que se cumpla la ley, tomando decisiones sobre la custodia, régimen de visitas, pensión alimentaria y otros derechos de los hijos. Los jueces priorizan siempre el interés superior del menor, y en caso de conflicto, pueden intervenir servicios sociales o profesionales del derecho familiar para asegurar que se respeten los derechos de los niños y se les brinde el apoyo necesario.
Además, si es necesario, se pueden modificar acuerdos a lo largo del tiempo para adaptarlos a la evolución de las circunstancias.
Asimismo, los miembros de la pareja también pueden contar de forma individual y externa con los servicios de un abogado o asesor especializado si así lo desea, como mencionan los profesionales de SR Puente Abogados.
¿Cómo afecta todo esto emocionalmente a los hijos?
El impacto emocional de un divorcio en los hijos puede ser devastador.
Los niños suelen sentir inseguridad, miedo y ansiedad ante el cambio de su entorno familiar. La separación de los padres puede hacerles sentir que su estabilidad se ve amenazada, y es común que se sientan culpables o responsables de la ruptura. La alteración de sus rutinas, la incertidumbre sobre con quién vivirán y la posibilidad de que sus relaciones con ambos progenitores cambien, intensifican estos sentimientos. Además, el estrés de adaptarse a nuevas circunstancias, como los regímenes de visitas, puede generarles confusión y angustia.
Sin un adecuado apoyo emocional, los niños pueden desarrollar problemas a largo plazo en su bienestar psicológico, como la baja autoestima, ansiedad crónica o dificultades para gestionar sus emociones. Por ello, es fundamental proporcionarles un entorno estable, seguro y comprensivo, ayudándoles a expresar sus sentimientos y asegurándose de que comprendan que la situación no es culpa suya.
Aunque es importante conocer sus consecuencias emocionales, en este artículo abordaremos sobre todo los aspectos legales, así que vamos a conocerlos a continuación:
Aspectos legales fundamentales del divorcio que afectan a los hijos.
Uno de los aspectos más importantes del divorcio cuando hay hijos involucrados es la decisión sobre la custodia. Existen dos tipos principales de custodia: custodia compartida y custodia exclusiva.
- Custodia compartida: en este tipo de custodia, ambos padres tienen igual derecho y responsabilidad sobre la crianza y el cuidado del niño. De este modo, el niño puede vivir alternadamente en las casas de ambos padres. Este modelo se favorece cuando los padres pueden comunicarse y colaborar de forma amistosa.
- Custodia exclusiva: en este caso, uno de los padres tiene la custodia total del hijo, mientras que el otro tiene un régimen de visitas. La custodia exclusiva suele ser elegida cuando existe un conflicto entre los padres o cuando uno de ellos no puede garantizar el bienestar del menor. El régimen de visitas está diseñado para asegurar que el niño mantenga una relación continua con el progenitor no custodio.
La custodia es un aspecto legal muy importante en referencia al divorcio, pero la cosa no acaba ahí:
- Pensiones de alimentos y otros aspectos económicos.
Otro de los temas más delicados durante un divorcio con hijos es el asunto económico. La pensión alimenticia es la cantidad de dinero que uno de los progenitores debe pagar al otro para cubrir las necesidades básicas del niño, como alimentación, educación, salud y vestimenta. Esta pensión puede cambiar según el nivel de ingresos de los padres y las necesidades del menor, y se considera una obligación legal que debe ser acordada por el tribunal si los padres no pueden llegar a un acuerdo.
Es importante que la pensión cubra todos los aspectos de la vida del niño, y se puede revisar periódicamente para ajustarse a las circunstancias cambiantes de la familia. Incluso si el progenitor obligado a pagar la pensión pierde su trabajo o enfrenta dificultades económicas, la pensión alimentaria no cesa, aunque puede solicitarse una modificación en caso de cambio sustancial de las circunstancias.
Además de la pensión alimentaria, en algunos casos el juez puede dictar otras medidas, como el pago de una compensación por desequilibrio económico entre los progenitores o el reembolso de ciertos gastos extraordinarios, como los de la educación superior o atención médica especial del niño. Para seguir, cabe destacar que al igual que tiene una fecha de inicio, también tiene una fecha y condiciones de finalización, que puede ser diferente según la situación del menor y de la propia familia.
- Régimen de estancias y comunicaciones.
El régimen de estancias y comunicaciones se refiere al tiempo que los hijos pasan con cada padre y cómo se gestionan las visitas. Este régimen busca equilibrar las relaciones familiares, permitiendo que los niños mantengan contacto regular con ambos padres, incluso si la custodia es exclusiva de uno. Es muy importante que el régimen se ajuste a las necesidades del niño, respetando su rutina diaria y su derecho a estar en contacto con ambos progenitores.
El régimen de estancias debe ser flexible, de acuerdo con la edad del menor, y ajustado a cualquier circunstancia que pudiera surgir, como cambios de residencia o modificación de horarios. Como explican los profesionales del derecho familiar, una vez dictado el régimen, este puede ser revisado si las circunstancias cambian, pero siempre con el enfoque puesto en el interés superior del menor.
- Prestaciones compensatorias.
A lo largo de un divorcio, es posible que uno de los progenitores solicite una prestación compensatoria. Esto ocurre cuando, como consecuencia del divorcio, uno de los padres ve reducida su calidad de vida económica. La prestación compensatoria tiene como objetivo equilibrar la situación económica de los progenitores tras la disolución del matrimonio, garantizando que los hijos puedan seguir viviendo en un entorno que no se vea afectado negativamente por los cambios económicos.
- Régimen de visitas de los abuelos.
En muchos casos, la relación entre los niños y los abuelos sigue siendo una parte importante de su vida. El divorcio puede poner en peligro esa relación, sobre todo si uno de los progenitores no favorece el contacto con los abuelos del otro lado. Los tribunales pueden dictar un régimen de visitas para los abuelos, asegurando que los niños mantengan una relación significativa con sus abuelos, siempre que esto no perjudique el interés superior del menor.
- Protección de menores.
En casos excepcionales, si uno de los progenitores no puede garantizar la seguridad o el bienestar del niño, el juez puede recurrir a medidas de protección de menores. Para cumplir con dicha medida, se puede solicitar el acogimiento del menor en una familia distinta o la adopción, dependiendo de la gravedad de la situación. En estos casos, el tribunal velará por la estabilidad emocional y física del niño, garantizando que crezca en un entorno seguro y saludable.
- Sustracción internacional de menores.
Por último, un tema particularmente delicado es la sustracción internacional de menores, que ocurre cuando uno de los progenitores se lleva al niño fuera del país sin el consentimiento del otro progenitor. Este tipo de situaciones son tratadas de forma urgente por las autoridades judiciales, y suelen implicar la intervención de organismos internacionales como la Convención de La Haya. Las consecuencias legales para el progenitor que comete la sustracción son graves, y el niño será retornado a su lugar de residencia habitual tan pronto como sea posible.