Ya sea que nuestro trabajo implique pasar horas sentados frente a un ordenador o que requiera de un esfuerzo físico, por ejemplo, como suele suceder en los puestos de servicios de limpieza, mantener una buena postura durante el desempeño del mismo es un factor clave a nivel de rendimiento, y aún más importante, de salud, ya que podríamos desarrollar patologías como lumbalgias, hernias discales, escoliosis, lordosis, cifosis, cervicalgias, contracturas musculares o ciática.
Sin embargo, son muchos los trabajadores que no cuidan este aspecto. Para ser exacto, un65 por ciento de ellos, quienes, según investigaciones en materia, presentan molestias en la región dorsal baja, con un 40 por ciento del total de lesiones; siendo otras patologías muy comunes los dolores en el cuello y los hombros (37%), los miembros inferiores (32%), la región dorsal alta (27%) y los miembros superiores (20%).
Y es que estos mismos estudios arrojan que el desafío no es tomar la postura correcta, sino mantenerla después de las dos horas de trabajo, que es el tiempo estimado en el que el trabajador promedio la olvida por completo y termina adoptando una mala postura por el resto de la jornada.
La importancia de la ergonomía para evitar problemas articulares
La ergonomía no es más que el estudio de los elementos y condiciones de un lugar de trabajo de forma que se puedan adaptar a las características físicas de la persona y lograr su comodidad. Así, nos permitirá alcanzar nuestro máximo rendimiento laboral y evitar futuros problemas de salud relacionados con la postura.
El objetivo principal es buscarle solución a esas condiciones que nos están generando caer en una mala postura al trabajar, que a su vez, desencadenan molestias lumbares y musculares, y no nos permiten rendir a nuestro máximo en nuestras tareas.
¿Por qué tendemos a adoptar una mala postura en nuestro trabajo?
Los posibles motivos por los cuales los empleados terminan adoptando posturas incorrectas en sus puestos de trabajo son las siguientes:
- Que su puesto de trabajo tenga unaergonomía inadecuada y se vea obligado a tomar la postura incorrecta.
- Que el empleado tenga unadeficiente educación postural y no sepa cual es la postura correcta y como lograrla.
- Si se sufre de jornadas laborales con muchoestrés, este puede llegar a hacer que la mente y el cuerpo del trabajador sufra de tensión y se de paso a las malas posturas y contracturas o distención delos grupos musculares.
Lesiones provocadas por una mala postura en el trabajo
Gadeslimp, agencia de servicios de limpieza que se preocupan por formar a sus trabajadores en la prevención de riesgos laborales, suele hacer gran hincapié en los problemas de salud que pueden ocasionarse por una mala postura en el trabajo. Algunos de estos son:
- Tendinitis.
- Lumbago.
- Dolor cervical.
- Contracturas musculares.
Consejos para mantener una buena postura en el trabajo
Sea cual sea el detonante de la postura incorrecta, debemos aplicar ciertas técnicas ergonómicas para mejorar esta condición. La primera, sin duda, es aprender cuál es la postura correcta que debemos procurar, además de las diferentes tácticas de higiene postural que existen para lograrlo; por ejemplo, en una escuela de espalda o con algún experto fisioterapeuta que les suministren información sobre cómo debe ser una postura saludable.
Dicho estudio puede ser altamente beneficioso ya que le permitirá al empleado encontrar los defectos de su puesto de trabajo a nivel ergonómico y trabajar sobre ellos. Así, suele suceder con el trabajo en casa, cada vez más común hoy en día, que no siempre sabemos como adaptar nuestro escritorio con los requisitos básicos para mantener la postura saludable, incluso, muchas personas terminan trabajando desde la cama o en el sillón, o piensan que solo con colocarse en la mesa de la cocina es más que suficiente.
Ya que uno de los detonantes de la mala postura son las situaciones de estrés que podemos estar experimentado a diario en nuestro trabajo, otra tarea sería la de buscar actividades de relajación que puedan ayudarnos a lidiar con el problema. Una de las más recomendadas son las prácticas de yoga y meditación, gracias a sus comprobados beneficios. Lo mejor de ellas es que puedes aprender ejercicios sencillos que puedes realizar incluso en tu lugar de oficina, con solo tomar unos cinco minutos de descanso para ello.
Así, estas prácticas no solo te ayudarán a mantener la postura deseada, sino que a través de ella combatirás el estrés laboral y mantendrás, e incluso, mejorarás tu productividad al poder trabajar sin molestias. En este sentido, está demostrado que hasta se reducen el número de bajas por enfermedad que suponen cada año el 1,6 por ciento del PIB europeo.
Y es que es tan importante el tema de la postura al trabajar que todas las empresas incluyen un apartado donde detallan este aspecto en sus manuales de riesgo laborables. En ellos podrás encontrar las técnicas ergonómicas adaptadas a tu tipo de trabajo.
Algunos consejos útiles que nos ayudarán a adoptar la mejor postura en nuestro trabajo son:
- Identificar la fuente de la mala postura
Como dijimos anteriormente, la educación postural es muy importante ya que nos permite detectar que está mal en nuestro trabajo y mejorarlo. Para esto, hay que analizar dos factores:
- Los elementos externos que están afectando nuestra postura.
- Nuestros propios hábitos de higiene postural.
- Elegir un buen asiento contra las lesiones de espalda
Si tu trabajo te exige pasar 8 horas al día sentado, lo primero que hay que hacer es elegir una buena silla que nos permita estar sentados de la manera correcta.
Tener un asiento ergonómico nos permite estar cómodos durante toda la jornada laboral, previniendo molestias articulares y musculares. Dicho asiento debe poderse regular en la altura adecuada para cada trabajador y colocarla a una distancia considerable del escritorio.
La altura a la que hay que regular la silla es aquella que nos permita colocar nuestros pies en el suelo mientras que nuestras rodillas forman un ángulo recto y nuestros antebrazos, apoyados en la mesa, forman un ángulo de 90º al alcanzar el teclado, Mientras que, por su parte, la distancia correcta en relación al escritorio es aquella con la que nuestros brazos y muñecas sufran la menor presión posible.
Y finalmente, la mesa debe ir a juego con las medidas. Esta debe ser de la altura de la silla, de forma que nos permita adoptar una postura cómoda y relajada.
- Adaptar la posición de la pantalla
La posición y altura de la pantalla del ordenador también es un factor de cuidado. Si tenemos el monitor muy alto o muy bajo puede llevarnos a sufrir dolor cervical, y en el peor de los casos, problemas vertebrales mucho más graves.
La altura correcta es frente a nuestros ojos, de forma que podamos mantener nuestro cuello erguido y evitar contracturas o una tensión en la zona que pueda derivar en dolores musculares y de cabeza.
Por otro lado, el teclado y el ratón también deberán estar en la posición adecuada en la que no se le añada presión a los hombros y no tengamos que forzar nuestras muñecas.
Además de la ergonomía, y una vez optimizados todos los elementos externos de nuestro trabajo, debemos fijarnos en qué postura adoptamos. No servirá de mucho tener el mejor asiento y el ordenador mejor colocado si luego adoptamos posturas que perjudiquen a nuestra espalda.
- Mantener una correcta higiene postural
No solo es importante adaptar todo nuestro ambiente externo, sino también cuidar nuestro comportamiento postural, como por ejemplo:
- No cruzarse de piernas, ya que así impedimos que la sangre circule correctamente y que al sentarnos nuestra espalda quede descompensada.
- Apoyar siempre la zona lumbar en el asiento y evitar echarse hacia delante para escribir o para mirar la pantalla.
- Mantener una postura recta, evitando inclinarse sobe el teclado sentarnos con la silla mirando hacia los lados, además de mantener nuestros hombros hacia atrás evitando dolores.
- De ser posible, ayudarnos de distintos objetos, como un reposapiés o un cojín lumbar ergonómico para aliviar sobrecargas. Eso sí, si vamos a optar por un soporte para pies, debemos colocarlos apoyados del todo formando un ángulo de 90º.
- Debes hacer descansos cada cierto tiempo con un poco de actividad física para mantener el cuerpo activo.
- Comprobar de forma constante a lo largo de la rutina que en efecto nos encontremos en la postura adecuada.
- Hacer actividad física
El ejercicio también es importante cuando de nuestra postura se trata. Para incluirlo en tu rutina de higiene postural, deberás hacer pausas a lo largo de tu jornada para hacer un poco de actividad física que te permita mantenerte activo, como por ejemplo algunos ejercicios de pie o ciertas posturas de yoga.
Por ejemplo, los abdominales, glúteos y hombros son las áreas del cuerpo que menos se suelen ejercitar en nuestra actividad cotidiana, y que debemos reforzar en estas pequeñas pausas.
Además, la actividad física nos ayuda a mantenernos en forma; factor fundamental cuando se piensa que la obesidad y el sobrepeso afectan nuestra postura.