El alcohol puede generar dependencia y copa el 35 por ciento de las adicciones atendidas por el Ayuntamiento de Madrid a través de los Centros de Atención a la Drogodependencia (CAD), seguida por los opiáceos (22,5 %), la cocaína (21%) y el cannabis (13,5 %).
En la actualidad el alcohol está muy presente en el tiempo libre de los jóvenes, ya que en España el consumo suele iniciarse alrededor de los 13,7 años. En este primer contacto tan precoz estaría la causa de que muchos jóvenes se vuelvan adictos. Varios estudios han comprobado que el número de chicas que ingiere alcohol es superior al de los chicos, pero estos beben más cantidad.
Desde 20minutos explican que «son muchos los factores asociados al consumo excesivo de alcohol en jóvenes (biológicos, de personalidad…), pero la influencia de la gente de la misma edad durante esta etapa es, sin duda, uno de los más decisivos. Con el paso de la niñez a la adolescencia y la juventud, la influencia de la familia va cediendo paso al grupo de iguales».
La ley prohíbe la compra de bebidas alcohólicas a los menores, pero ellos recurren a amigos o hermanos mayores para conseguir las bebidas. El anteproyecto de la ley de prevención del consumo de alcohol y sus efectos en menores de edad, aprobado el pasado mes de julio en el Consejo de Ministros, pretende acabar con el término ‘consumo responsable’ de la publicidad de bebidas alcohólicas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó un estudio y descubrió que el 57% de los menores consigue que le vendan bebidas alcohólicas sin tener que mostrar ninguna documentación.
«Es común acudir a la llamada de niños de 11 y 12 años que se encuentran mal porque se han emborrachado. De todas las intoxicaciones que se ven en jóvenes, las de menores de edad pueden alcanzar un 20%. De ellos, un 40% necesita hospitalización y en un 10% requieren una UVI porque presentan complicaciones graves como el coma etílico. El alcohol provoca daños orgánicos en muchos casos -no olvidemos que el hígado en esas edades no está bien desarrollado-. Lógicamente, cuanto antes se inician en el consumo, más fácil es que este se convierta en un problema crónico», dice José Antonio Jiménez, médico jefe de guardia del Samur (el servicio de asistencia de urgencias del Ayuntamiento de Madrid).
La prevención de esta enfermedad debe empezar desde la adolescencia y los padres no pueden consumir alcohol con frecuencia delante de los menores. Los expertos explican que los adolescentes no deben beber alcohol antes de los 18 años. Se estima que más de dos millones de personas mueren todos los años en el mundo por la adicción al alcohol. Las adicciones siguen siendo un problema en España, ya que las bebidas etílicas y la nicotina se pueden encontrar con facilidad en el mercado a partir de los 18 años. El alcohol se sitúa en la primera posición de la tabla de adicciones más comunes en nuestro país, con un consumo del 76,4%.
El consumo precoz de alcohol eleva el riesgo de desarrollar adicción y está asociado a muchos problemas de salud,
como enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, problemas digestivos, problemas en el hígado, estrés, baja autoestima, etc.
¿Cambia el cerebro por el abuso del alcohol? Esa es la pregunta que le hicimos al psiquiatra José A. Hernández Hernández, especialista en adicciones y en ofrecer un diagnostico individualizado, y este experto nos informó de que el alcohol hace que nuestro cerebro actúe más lento y afecta al sistema nervioso central.
Los síntomas de esta enfermedad son: pérdida del control, ansiedad por beber, incapacidad para parar de beber, fiebre cuando se deja de tomar alcohol, necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol, problemas para dormir, inquietud, ansiedad, temblores, etc. El alcoholismo es una enfermedad degenerativa que puede afectar a la higiene del sueño, y provocar insomnio y estrés.
Una persona es alcohólica cuando no es capaz de evitar beber, por lo que deberá acudir a un profesional adecuado para que el trastorno por consumo de alcohol pueda ser tratado y superado. Para el diagnóstico, el psiquiatra realizará una historia clínica completa y pruebas analíticas. También se encargará de ofrecer una atención individualizada y optará por el tratamiento más indicado en cada caso, mediante la aplicación de intervenciones psicoterapéuticas y farmacológicas.
Para dejar esta adicción es aconsejable que todos los miembros de la familia acepten el problema y conozcan los síntomas de la enfermedad para saber cómo se siente el adicto. Es necesario la voluntad del paciente y que reconozca su problema con el alcohol, porque si no quiere curarse sufrirá recaídas constantemente.