Una de las fuentes de energía básicas que garantizan una vida cómoda en el hogar es la electricidad. Se trata, sin duda, de uno de los grandes avances que llegó hasta nuestra sociedad hace varios siglos. Cambió la manera de vivir de las personas, que pasaron de iluminar sus estancias con antorchas y velas para disponer de bombillas. Ni que decir tiene que eso mejoró la calidad de la vida de las personas e hizo que se ganara en seguridad. Y es que el fuego es una compañía demasiado complicada como para que ilumine nuestras casas.
Es evidente que la llegada de la electricidad generó que naciera todo un sector dedicado a la producción y el mantenimiento de todo tipo de aparatos que funcionan con esta energía. Ni que decir tiene que la electricidad es una de las cuestiones que más ha hecho por el ser humano y que más nos ha beneficiado ya no solo en lo que tiene que ver con la calidad de vida, sino en lo que respecta a la productividad en el trabajo. Y es que, gracias a la electricidad, se puede apostar por nuevas maneras de producir.
Tanto es así que uno de los momentos característicos de la historia moderna, la Revolución Industrial, se produjo como consecuencia de avances tecnológicos que, sin la electricidad, está claro que no hubieran podido ser posibles en ninguno de los casos. No cabe la menor duda de que podemos equiparar la electricidad a otros inventos como el de la imprenta, que han condicionado la existencia de los seres humanos incluso muchos siglos después de haberse generado. Este es el tipo de cosas que termina marcando ya no solo una época, sino un período histórico bastante amplio y que engloba sucesos de todo tipo.
La dependencia del ser humano en lo que a electricidad se refiere sigue siendo muy grande en los tiempos en los que nos encontramos. Buena prueba de ello es el hecho de que, a día de hoy, sigue siendo impresionante el número de instalaciones eléctricas que existe a lo largo y ancho de nuestra geografía. Los profesionales de Fenie nos han indicado que ese número de instalaciones es el más grande que ha acumulado este país y que, de cara a los próximos años, ya hay proyectos aprobados por las administraciones públicas que van a requerir de más instalaciones eléctricas en todo el territorio español.
Llegar a cada rincón, fundamental
El objetivo que se persigue con ese tipo de proyectos es que todas las zonas de la geografía de este país tengan acceso a todo lo que está relacionado con la electricidad, que a fin de cuentas es síntoma de progreso. No hay duda de que todavía hay sitios en España que necesitan mejoras a este respecto. Y esas mejoras se consiguen con la presencia de instalaciones eléctricas en los territorios en los que se requieren. Está claro que hay que seguir trabajando en este sentido para cumplir con ese cometido que tan importante resultaría para la vida de miles de personas.
Parece increíble, pero todavía en el siglo XXI hay personas que no disponen de electricidad. Es una verdadera faena que eso sea así, además de una injusticia en toda regla. En España, la Constitución de 1978 pone como derecho fundamental que se dispongan de todos los servicios básicos para vivir. Y la electricidad está claro que es uno de ellos. No cabe la menor duda de que debe seguir siendo una de las claves para conseguir que todo el mundo tenga la capacidad de tener todo lo necesario para vivir con unas condiciones mínimas.
Tenemos suerte de que, en un país como lo es el nuestro, tengamos casi todas las zonas cubiertas y que haya electricidad en la mayoría de los lugares. Sin embargo, debemos tener en cuenta que esto no es lo habitual en todo el mundo ni mucho menos. Podríais preguntar a personas de países de América Central o del Sur, de África o Asia y comprobaríais que la electricidad allí es concebida como algo mucho menos habitual que en España. Es una verdadera desgracia que, en pleno año 2022, nos encontremos en una situación como la que estamos describiendo.
Estamos convencidos de que, poco a poco, y gracias a la ayuda de mucha gente y de muchas empresas, se van a producir mejoras en lo que tiene que ver con la llegada de la electricidad a todos los lugares del mundo. Sin duda, estamos hablando de una gran necesidad a la que debemos tener derecho solamente por nuestra condición de seres humanos. Ni que decir tiene que ese sería el mejor de los avances sociales que se pueden producir en la Tierra de cara al futuro.