La salud dental es una de las aristas que van a proporcionar una calidad de vida que merece la pena. Por desgracia, de esto solo nos solemos dar cuenta cuando tenemos algún problema bucal y sufrimos los dolores que eso ocasiona. No es fácil hacer frente a una situación así porque el dolor suele ser continuo y porque, además, se hace especialmente fuerte cuando estamos comiendo, bebiendo, hablando o incluso respirando. Es decir, cuando estamos haciendo cosas que hacemos todos los días. Necesidades básicas.
Imaginaos lo que puede fastidiar todo eso especialmente a una persona joven, a un niño. Con toda la vida que le queda por vivir, lo mejor sería que empezase a adquirir hábitos que le pudieran ayudar a mantener su boca cuidada en todos los momentos de su vida. De lo contrario, los problemas que se sufran hoy y que se puedan solucionar, volverán a aparecer en el futuro. Y no debería ser esa la situación ideal. Lo que debería ocurrir es que, una vez corregidos esos problemas, se adquiera la conciencia necesaria para evitar que reaparezcan.
Por desgracia, son muchas las personas de muy corta edad que pasan por una situación como esta. De acuerdo con una noticia compartida por el portal web Gaceta Dental, el 70% de los niños de entre uno y seis años tiene caries en sus dientes de leche. Se trata de un dato bastante preocupante puesto que muestra que hay cosas que debemos mejorar en lo que respecta a la educación en salud bucodental. Y también debemos mejorar en lo que respecta a la atención que los padres y madres dedicamos a nuestros y nuestras peques en este tipo de campos.
El portal web del diario Heraldo presenta otro dato que también nos debe servir para valorar la magnitud de este problema. Dice que el 33% de los niños entre uno y cinco años tiene caries y que el 95% de los adultos jóvenes se encuentra en la misma situación. Como podemos ver, el problema se acentúa a medida que las personas van cumpliendo años y lo cierto es que eso nos hace ver que algo falla, que no estamos cumpliendo con el objetivo de conseguir aumentar la conciencia entre las personas. Desde mi punto de vista, el problema no está tanto en el hecho de saber que no cuidar de la salud dental es negativo, sino en la propia ejecución de esos cuidados, que en la mayoría de los casos se nos suele olvidar o a los que no le presentamos la atención necesaria.
Los motivos que llevan a los niños a padecer problemas en los dientes son de diferente naturaleza:
- Lo primero de todo tiene que ver con el hecho de no cepillarse los dientes al menos tres veces cada día o después de cada comida. Lo cierto es que esta es la mecánica idónea para prevenir buena parte de todos los problemas que se pueden producir en nuestra boca.
- El miedo a acudir al dentista entre los más pequeños y sus padres también genera consecuencias negativas en relación a este asunto. Una sola visita al año para hacer un chequeo general de nuestra salud dental sería suficiente para prevenir problemas que, en la mayor parte de las veces y como consecuencia de la falta de esa exploración, solo podremos corregir. La prevención siempre será mucho mejor idea que la corrección.
- La alimentación es una de las cuestiones que más influyen en la calidad de la salud de nuestra boca. Si los niños abusan de los productos con mucho azúcar o de los refrescos, su salud dental estará en más riesgo que si la situación fuera la contraria. No estamos diciendo en este caso que no puedan consumir chucherías o refrescos de vez en cuando pero, como todo en esta vida, el consumo excesivo no es positivo.
- Existe la necesidad de implementar el conocimiento que se les transmite a los más pequeños en la escuela en relación a este tema. Es verdad que suele haber charlas para todos y todas, pero la transmisión de la importancia de este tipo de cosas no se puede limitar a una charla de una hora que los niños o niñas conciban como una hora “en la que se libran de una clase”, sino que debe existir otra fórmula. Un taller semanal, por ejemplo, durante algún curso concreto.
Hay miles de niños en nuestro país que todavía desconocen los riesgos que entraña la falta de cuidado en sus dientes. Los datos que nos ofrece este campo no son nada positivos y lo cierto es que debemos trabajar para solventarlos. Vivimos en un país en el que nunca hemos destacado especialmente por todo lo que guarda relación con la salud dental y, aunque es verdad que hemos venido mejorando en los últimos años, no es menos cierto que la mejora es mucho más pequeña de lo que nos gustaría contaros.
Muchos de los padres y madres que tienen hijos o hijas pequeñas tienen la misma duda: ¿Cuándo deben empezar a llevarles al dentista? Se trata de una pregunta que muchas veces se queda sin respuesta… y sin que se pueda ofrecer una solución como la que necesitan los y las peques. Uno de los artículos que pueden ser de mayor utilidad se encuentran en el blog de CKA Grupo Dental. En ese artículo, se indica que la mejor edad para llevar a los y las peques al dentista debe coincidir con el momento en el que empiecen a salir los primeros dientes de leche. Si esperamos a que hayan salido todos, que es lo que suele hacer la mayoría de la gente, el o la peque ya puede haber desarrollado problemas de diferente índole.
No cabe la menor duda de que esa solamente es una de las cosas que debemos tener en cuenta para empezar a cuidar de la salud dental de nuestros hijos e hijas. Es importante que no olvidemos en ningún momento que este tipo de salud es tan importante como cualquier otro y que nos va a proporcionar argumentos como para vivir con alegría, algo que no sucedería en el caso de que decidiéramos prescindir de nuestra salud dental y comprobáramos los efectos negativos (que no se limitan solo a dolores) que eso conlleva.
No debemos descuidar la salud dental de los que somos adultos
No tenemos ni que decir que, al mismo tiempo que ponemos todos los medios posibles para que la gente más joven cuide de su salud dental, también debemos hacerlo propio con la salud mental de quien ella estamos en una edad avanzada o no tan joven. Siempre es un buen momento para tratar de cuidar de nuestra boca y mantenerla libre de todas esas enfermedades y molestias que pueden producirse como consecuencia de la falta de higiene y limpieza en esta zona del cuerpo.
Hay muchas cosas por las cuales podemos descuidar nuestra salud dental: factores como el agobio o el estrés son de las más determinantes en este sentido. También puede jugar un papel determinante la falta de confianza en uno o una misma. Cuando padecemos situaciones así, lo cierto es que no solemos tener en consideración lo importante que es nuestra salud dental, si no que estamos obnubilados con la situación que estamos pasando, cualquier mecanismo de protección que tengamos para nosotros mismos está desactivado.
Hay que mantener la conciencia incluso en estos momentos. Cuidar de la salud de nuestros dientes puede ser la diferencia entre continuar padeciendo los problemas que nos pueden atacar por otros flancos y encontrar la manera de tener algo que nos ilusione, que sintamos que estamos haciendo bien y que nos pueda servir para motivarnos de cara a otros aspectos de la vida. Mantener una buena salud dental puede ser ese punto de partida, así que nunca dejéis de lado un asunto como este.
No os olvidéis de que la salud dental también va a tener un impacto grande en todo lo que esté relacionado con la belleza. Y es que una sonrisa bonita es uno de los mejores argumentos que podemos emplear para conseguir llamar la atención de la gente que se encuentra a nuestro alrededor o de aquella que nos sigue en redes sociales y ve las fotos que subimos cada día. Para que esa sonrisa sea bonita, tiene que ser de color blanco… y ese tipo de sonrisa solo se va a conseguir si tenemos interés en cuidar de la sonrisa.
Ojalá que más y más personas se vayan sumando al equipo que ya componemos todas aquellas que sí cuidamos de nuestros dientes. España merece ser considerado como uno de los países en los que más y mejor se cuide de este asunto. No en vano, tenemos más clínicas dentales que casi cualquier otro país de la Unión Europea. Las herramientas las tenemos. En materia de conciencia, nos hace falta dar un pequeño salto hacia delante. Es hora de hacerlo posible y continuar haciendo más grande la comunidad de amantes de su propia sonrisa.