No nos sorprende. Otro dispositivo que se nos vuelve inteligente. Primero el teléfono, luego el reloj, la nevera… cada vez son más los artilugios que disponen de inteligencia propia para ayudarnos en nuestro día a día. Pero, ¿de que se habla en realidad cuando decimos que estos aparatos son inteligentes? Para que nos entendamos, no se les hace una prueba de cociente intelectual, se denomina inteligente, a un dispositivo que posee la funcionalidad de conectarse a otros dispositivos (mediante wifi o bluetooth, por ejemplo), pudiendo funcionar hasta cierto punto de manera autónoma.

Con este dato en la mano, ya podemos distinguir a los dispositivos inteligentes de los no inteligentes. La era digital a la que dio paso la analógica, ha copado de tecnología todo elemento convertido en indispensable, aunque en realidad, no sea para tanto. Si bien es cierto que, ya no podemos vivir sin teléfonos móviles, relojes inteligentes, Alexas o robots de limpieza.

Desde Balanzas Digitales, expertos en aparatos de pesaje, nos avanzan que lo último en tecnología inteligente, está pegando con fuerza en el mercado de las balanzas digitales. En los últimos meses, cada vez son más frecuentes este tipo de básculas de baño dotados de una inteligencia capaz de mucho más que enviar el peso al teléfono móvil con el que este vinculado.

Estos dispositivos, proporcionan información sobre los parámetros del índice de masa muscular, la grasa corporal, el histórico de datos, perfiles, etc. De esta manera, el usuario puede conocer en detalle aspectos de nuestro cuerpo, con la finalidad de mantenerlo en forma o bajar de peso.

Sin duda un gran avance tecnológico a disposición de la salud y el deporte. Con una báscula inteligente puedes ahorrarte algunas consultas para conocer ese tipo de datos que, hasta ahora, solo podías obtener, acudiendo a un profesional de la salud.

Funcionan de forma simple, aunque efectiva

Este tipo de básculas, son de bioimpedancia. A estas se les ha incorporado conectividad y una aplicación que permite ver de forma gráfica e intuitiva, los parámetros y la evolución, a través de un dispositivo.

La conectividad de la que se vale, suele ser el WiFi o Bluetooth para establecer la vinculación con la Tablet o smartphone en cuestión, e incluso con ANT+ para sincronizarlas con otro tipo de instrumentos deportivos como sensores, podómetros o relojes con GPS.

La ecuación es bastante simple: báscula inteligente es igual a báscula de bioimpedancia + conectividad.

Antes de continuar, señalar que una báscula de impedancia emplea las propiedades eléctricas del cuerpo, la composición de sus tejidos y la cantidad de agua presente en el mismo para obtener los índices de la masa grasa.

Mientras que el agua presente en los músculos, huesos y vasos sanguíneos, constituyen un buen conductor de la electricidad, la grasa no. Teniendo esto claro, la báscula envía una señal eléctrica al cuerpo mediante un electro de entrada y la recoge con uno de salida, haciendo una medida del tiempo necesario para atravesarlo.

También hay que tener en cuenta que los músculos, poseen un contenido de agua constante, equivalente a un setenta y tres por ciento, por lo que el tiempo empleado en recorrer el cuerpo, determina la cantidad de grasa que tiene una persona.

En una persona con mayor cantidad de grasa acumulada, el recorrido se hará más despacio que en una con más músculo. Lo que realmente calcula la báscula es el peso y la masa magra, siendo la diferencia entre ambos parámetros el equivalente a la grasa corporal.

Como no todos los cuerpos son iguales, los resultados deben tener en cuenta otra serie de datos como la edad, el sexo o la condición física. La bioimpedancia es un método de medición aproximado y aceptable a nivel doméstico o para deportistas aficionados. Aun así, seguir una serie de indicaciones puede ayudar a mejorar la precisión de la medición que ofrece la báscula: pesarse en ayunas y si haber realizado deporte de intensidad el día previo, ofrece unos resultados más acertados.

Características que convierten a una báscula, en inteligente

Sabiendo como funcionan estás básculas, ya sabemos que tan solo miden el peso y la cantidad de agua del mismo, mediante la bioimpedancia eléctrica. Esto permite hacer una estimación bastante acertada de la masa muscular y grasa corporal.

Los datos mínimos que deben proporcionar las básculas, sea en la pantalla, sea en la aplicación, son los concernientes al peso y la cantidad de grasa corporal, también representada en porcentajes o kilogramos.

A decir verdad, el dato más importante es la grasa corporal, frente al peso, ya que, con este dato, sabemos en que estado se encuentra el cuerpo. Este parámetro es mucho más determinante que el IMC, para saber si existe sobrepeso, infrapeso, obesidad o estamos en el peso adecuado. Esta medición, diferencia entre materia grasa, materia ósea, masa muscular o vísceras, factor muy relevante e importante.

Partiendo de esta base, cada báscula, según su funcionalidad puede proporcionar otra serie de parámetros calculados en función de estas dos mediciones y los datos personales introducidos por el usuario. De este modo, se contextualizan las mediciones, dotándoles de información como la edad, el sexo o la altura, para ofrecer una idea de lo saludable que esta el cuerpo. De ahí, la importancia de los perfiles.

Para que la experiencia con una báscula inteligente sea lo más certera posible, una herramienta clave es crear un perfil correcto. No se trata únicamente de poder guardar diferentes usuarios, la báscula debe poder diferenciar entre hombres, mujeres, deportistas, sedentarios, etc. Cada edad y estilo de vida, tiene unas necesidades diferentes, por lo que es esencial que la báscula inteligente, cuente con una guía que relacione los diferentes parámetros obtenidos, en función del género, la edad y la actividad adecuada a cada perfil.

Otros parámetros que puede proporcionar una báscula inteligente

Introduciendo correctamente los datos de cada usuario y creando un perfil acorde, las mediciones realizadas por la báscula, puede ofrecer datos sobre métricas que se obtienen a partir de diferentes cálculos, tablas y aproximaciones.

Los kilogramos o porcentaje de masa muscular, se obtienen a través de la citada bioimpedancia eléctrica con la que cuentan las básculas inteligentes. El porcentaje de agua corporal, se obtiene igualmente, a través de la bioimpedancia, teniendo en cuenta que estadísticamente el porcentaje en mujeres es del cuarenta y cinco a cincuenta por cien y, en hombres, del cincuenta y cinco al sesenta.

El índice de masa corporal, es el parámetro que relaciona peso y talla, para identificar el sobrepeso y la obesidad en adultos de manera aproximada. La forma de calcularlo es sacando el cociente entre peso en kilogramos y altura en metros al cuadrado.

Estas básculas, también pueden ofrecer al usuario, una aproximación de la grasa visceral. Esta es la que se encuentra localizada en el abdomen, rodeando los órganos internos. La medición de la acumulación de la grasa visceral, es un dato muy útil a la hora de evaluar posibles riesgos de padecer enfermedades metabólicas. Aunque teniendo en cuenta que la medición se obtiene de la relación entre el perímetro de cintura y cadera o cintura y altura, no deja de tratarse de una aproximación.

Aporta datos relativos al metabolismo basal. Es decir, la energía que consume el cuerpo durante un día normal, para satisfacer las funciones vitales. En este parámetro, se excluye todo tipo de actividad física. Consiste en las calorías que son necesarias para que el organismo realice las funciones vitales del organismo y abarca un setenta por cien de las calorías que se consumen al día.

La edad metabólica, consiste en la cuantificación, en años, del degaste que sufre el organismo a nivel fisiológico. La edad metabólica difiere de la edad real, en la medida en que la persona, haya llevado un estilo de vida saludable, pudiendo ser su edad metabólica, inferior a la de otra persona de la misma edad que no se haya cuidado lo suficiente. Para obtener este parámetro, se utilizan los datos de la bioimpedancia (grasa corporal, masa muscular, grasa visceral, densidad ósea, edad biológica y cálculo del metabolismo basal) cuanto más completos sean estos datos, mas preciso será el resultado que ofrezca la báscula.

Este tipo de básculas, pueden también, ofrecer datos sobre la calidad muscular, evaluando la densidad de las fibras que componen el músculo. Un músculo de elevada calidad, tiene bajo el nivel de tejido conectivo graso y uno de baja calidad, tiene más elevado el tejido conectivo grasos y menor densidad de fibras musculares.

En conclusión, disponer de una báscula inteligente en tu cuarto de baño, puede ser una excelente idea, debido a la cantidad de datos que puede ofrecer y los cálculos que ella misma realiza a través de los parámetros de los que dispone. Si bien es cierto que todos esos datos son aproximados, para hacerte una idea de tu estado corporal, es muy efectiva. Además de que con las aplicaciones que las vinculan a los teléfonos móviles, puedes ver todos esos datos de forma rápida, fácil e intuitiva.

Poco a poco la conectividad hace que los dispositivos más sencillos y simples, ofrezcan cada vez, mayores prestaciones. Este, es un claro ejemplo de ello.