Si por algo se conoce a esta maravillosa comarca del norte de Cáceres, es por su pimentón con Denominación de Origen. No cabe duda de que se trata de un producto indispensable en cualquier cocina que se precie y realza el sabor de cada plato rememorando esos guisos de la tierra extremeña. Denominaciones de Origen al margen, Idiomatur, referente en el sector de los guías turísticos de la zona, recomiendan aprender todo lo relacionado sobre inestimable producto, in situ. A través de un viaje por la comarca que dio origen al producto, entre otra oferta de cosas.
La Vera ofrece mucho más que una especia, de la que hablaremos más adelante. Paisajes de castaños, robles, dehesas y montes bajos, ejercen como el marco que encuadra pueblos pintorescos erigidos con casas típicas de la zona, fabricadas en madera, barro y piedra. De sus balcones, de madera, prenden ristras de pimientos colgados, secándose al sol para después, convertirse en ingrediente de los platos más tradicionales.
Esta singular comarca, La Vera fue el lugar elegido por un importante rey de España, Carlos V, como residencia durante parte de su reinado. Su naturaleza, embeleso tanto al monarca como a los turistas y visitantes de hoy. Esta comarca, ofrece a los forasteros increíbles rutas de senderismo, en las que puedes adentrarse en sus gargantas y piscinas naturales para darte un chapuzón en los cálidos días veraniegos.
Antes de adentrarnos en su naturaleza, cultura y demás, vamos a detenernos en una de sus narraciones populares. La que, a buen seguro, escucharás si te atreves a adentrarte en sus tierras.
“La Serrana de La Vera. Cuenta la leyenda que, en la sierra de Garganta de la Olla, vivió una mujer fuerte de largo cabello, mitad humana, mitad yegua que, enfadada con los hombres por sus traiciones, decidió no volver a confiar en ellos y marchó a vivir a las montañas, para no sufrir más. Cuando la Serrana encontraba algún hombre por aquellos parajes, lo invitaba a su cueva y, pasado un rato, lo mataba.” Esta leyenda, invita a no adentrarse en esos lares… no sea que, la Serrana aparezca y, te invite a su cueva.
Naturaleza para disfrutar
Toda la comarca de La Vera cuenta con una gran abundancia de agua. Cascadas, gargantas, chorros y piscinas naturales, se hayan a cada paso, escondidas entre su paraje rocoso y arbolado. Durante la época estival, puedes ver estas impresionantes obras de la naturaleza, y darte un baño en sus aguas limpias. La parte de Madrigal de La Vera con su garganta de Alardos, Villanueva de La Vera con la garganta de Gualtaminos, Jarandilla de La Vera con su garganta de Jaranda y Losar de La Vera con la garganta de Cuartos, son algunas de las más populares y conocidas.
Agua a parte, los amantes de la fauna y flora, pueden encontrar en La Vera, zonas donde habitan aves protegidas. Para contemplar este espectáculo visual, nada como realizar una ruta a pie, caballo o bicicleta, permitiéndote de este modo, conocer de cerca la naturaleza que reina la comarca. Una de sus rutas más conocidas, es la Ruta del Emperador, camino que uno Jarandilla de la Vera con el Monasterio de Yuste.
Sus campos se componen de campos de pimientos que imperan en toda la comarca, definiendo el paisaje característico de toda la zona. La Vera, constituye una de las más grandes productoras de pimientos del país. No en vano, cultivan una variedad única con la que elaboran su tradicional Pimentón de la Vera, tan exquisito y aromático como el sabor único que posee.
A través de la historia
Es por todos conocida la tradición de las tierras extremeñas en hacer historia. Cuna de conquistadores como Hernán Cortés y lugar donde se alojaban emperadores como Carlos V.
Si quieres adentrarte en la historia castellana, nada como acudir a la comarca de La Vera y, pasar una noche en un castillo, como el de los Condes de Oropesa, ubicado en Jarandilla de la Vera, donde se alojó el emperador. La estancia del emperador Carlos V en este castillo, fue la última parada que realizó antes de marcharse a vivir junto a los monjes jerónimos del, también conocido por su historia y cultura, Monasterio de Yuste. En este lugar, la historia nos recuerda cómo vivió el emperador sus últimos años de vida.
En Cuacos de Yuste, se encuentra la Plaza Juan de Austria, donde vivió de pequeño el hijo del mismo emperador, a quien se conocía como Jeromín.
Historia y cultura se entremezclan en toda la zona de La Vera. En todas las localidades que componen la comarca, puedes empaparte de esa historia, solo contemplando las casas, sus plazas y calles construidas con materiales típicos de otra época. Cada localidad con su particular estampa, su peculiar parte de la historia y sus singulares gentes, dispuestas a narrar fragmentos de esa historia vivida que aun, impregna sus calles.
Curiosidades sobre La Vera
Toda la comarca cuenta en su calendario con fechas señaladas y fiestas mas que conocidas. El primer fin de semana de febrero, puede realizarse la Ruta del Emperador. Evento que atrae a un innumerable público con motivo de recordar el viaje que perpetró el emperador Carlos V desde Jarandilla hasta el Monasterio para pasar sus últimos años de vida.
Villanueva de la Vera, tiene su Peropalo durante los típicos Carnavales; los Empalaos en Valverde de la Vera, el mismo Jueves Santo y Los Escobazos en Jarandilla la noche del siete al ocho de diciembre, son otras de las fiestas tradicionales y con gran interés cultural de la comarca.
Sobre su producto estrella, el pimentón, lo que hace que sea un producto inconfundible y le otorga esa Denominación de Origen, es su método de elaboración: los pimientos se muelen y secan con humo de encina. Ese olor y sabor tan característico, es el resultado de este paso primordial, y su exquisito gusto, es el que confiere su espectacular sabor y aroma a platos tan tradicionales como las migas, la morcilla patatera o sus embutidos típicos.
A lo largo de toda La Vera, puedes encontrar toda suerte de artesano que elaboran sus artículos de forma tradicional, desde objetos de cerámica, hasta tallas de madera, calzado, cestería, forja, etc.
Otro dato interesante, es el cementerio de alemanes, donde se enterraron a los alemanes que murieron en España durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. A camino de Cuacos de Yuste hacia el Monasterio, cientos de cruces alineadas en el suelo, permanecen ahí, en recuerdo de esos jóvenes.
De visita obligada
No se puede viajar a la comarca de La Vera sin hacer una serie de visitas obligadas. A parte de contemplar su naturaleza, disfrutar de sus paisajes, darse un baño en sus piscinas naturales o adentrarse en la historia, no puedes visitar La Vera sin detenerse en Cuacos de Yuste y todo lo que ofrece este particular lugar. La seña de identidad de esta localidad, se encuentra en la riqueza que posee su vegetación y los diferentes cursos de agua que originan zonas de baño naturales.
En la misma localidad, su Conjunto Histórico, cuenta la declaración de la villa como “Paraje Pintoresco”. Esta calificación que data del año mil novecientos cincuenta y nueve, es el equivalente al actual Bien de Interés Cultural que se concede hoy en día.
Su mayor monumento es el citado Monasterio de Yuste, palacio que forma parte del Patrimonio Nacional, vinculado a la Corona de España.
De entre todas sus gargantas, ríos y parajes donde impera el agua, no puede visitarse La Vera, sin adentrarse en la Garganta de los Cuartos. Al noroeste de la provincia de Cáceres y a lo largo de sesenta y cinco kilómetros, el valle de La Vera se recorre entre Plasencia y Candeleda, en Ávila.
Lo primero a contemplar es su vegetación, tan diversa gracias a la presencia del aguan en sus más de mil cuatrocientos arroyos reconocidos con sus cuarenta y siete gargantas, mayormente, en forma de U. La garganta de Cuartos se encuentra en la Sierra de Gredos y forma parte de la Red Natura 2000. Entre sus principales valores, hay que mencionar las riberas de alisos que se generan en sus orillas, ocasionalmente acompañadas de fresnos o sauces. En sus aguas, la especie más representativa es la trucha y en sus inmediaciones, libélulas y caballitos del diablo, siempre, cerca del agua.
Todo esto y mucho más, ofrece la comarca de La Vera. Entre sus productos gastronómicos por excelencia, no podemos despedirnos sin mencionar la patatera. Este embutido típico de Cáceres, se compone de papada de cerdo ibérico, patata cocida condimentada con sal y, como no podía ser de otra manera, Pimentón de la Vera, ajo y especias. Como muchos otros embutidos, la patatera nace en tiempos de escasez, cuando la carne escasea y la patata, hacia las veces de carne de matanza. Utilizar la patata, o incluso la calabaza en otras versiones, suaviza el sabor de tal manera que, convierte a este embutido en un untable, característica que le hace tan peculiar y agradable al paladar. Su aspecto exterior, recuerda al chorizo, de ahí que también se le conozca como chorizo patatero.
Poco más se puede añadir, lo mejor, es descubrir todo lo que ofrece La Vera visitando sus tierras.