No pasan desapercibidas. Su presencia ha ido en aumento desde hace tan solo unos años, cobrando gran relevancia en todos los sectores. Las taquillas ya no son cosa de los vestuarios o consignas en estaciones de tren o autobús. Como los We Love Lockers que podemos encontrar en la ciudad de Alicante, desde que se introdujeron en el mercado las taquillas inteligentes, están presentes en cualquier lugar, para poder dejar a buen recaudo tus pertenencias.

Uno de los sectores que más se beneficia de este tipo de casilleros, es indudablemente el de la paquetería y la logística. Solo tenemos que detenernos un instante a pensar donde nos encontramos por primera vez con este tipo de armarios con numerosos y diversos departamentos. Exacto, en los portales de las comunidades de vecinos, centros comerciales e incluso, gasolineras. Estaciones de tren o autobús, no has escapado a su presencia.

Un buen día, de la nada, aparecen estos armarios que poseen gran diversidad de tamaños, diseños y colores. Algunos evocan a sus propietarios, otros son más llamativos, pero todos tienen una misma finalidad: albergar objetos de forma segura. El auge de este tipo de soporte para la logística se debe a que cada vez, recibimos más paquetes. Si a esto le añadimos que la vida nos lleva continuamente de un lado a otro y en muchas ocasiones, no nos encontramos en casa para recoger los envíos, la necesidad de contar con alguien que se encargue de hacer esa tarea, se ha visto solventada con estos nuevos (ya no tanto) intermediarios. Gracias a las taquillas inteligentes, podemos recibir los pedidos en cualquier punto que nos convenga, siempre que la empresa que gestiona los envíos, disponga de un casillero en la zona. Algo que cada vez, es más habitual.

La necesidad de disponer de este tipo de soluciones, ha nacido del incremento imparable de las compras online que despego a velocidad de vértigo como resultado de la pandemia y todas sus consecuencias. En donde unos pierden la oportunidad, otros la ven y hacen el negocio.

Los datos son contundentes al respecto: en España mas de la mitad de la población utiliza internet como el canal de compra más frecuente. Cada campaña comercial como el Black Friday, Navidad o fechas señaladas como el Día de la Madre, se generan grandes picos de compras y, por lo tanto, de entregas. Para las empresas de logística estos momentos pueden considerarse el agosto, pero también, convertirse en la peor de las pesadillas. Es fundamental disponer de una buena red logística para cumplir con los plazos de entrega.

Entrega por ley

Existe una ley que obliga a cumplir con las entregas de todo aquello que se envíe mediante un servicio postal. La Ley Postal española, reza que el cartero tiene la obligación de entregar en mano todos los envíos registrados y comprobar siempre, la presencia del destinatario, o en caso de ausencia, dejar un aviso. Esto lo sabemos todos, aunque no lo tengamos en cuenta y, además es un detalle muy importante. Veamos por qué. Mientras que en otros países como Estados unidos, el cartero puede dejar el paquete en el felpudo o la puerta del piso cuando no abren la puerta, en España, no se puede dejar el paquete desatendido. Si el receptor no se encuentra en casa, debe dejar el correspondiente aviso y llevarse el paquete de regreso al centro de reparto. Cuando esto sucede, se denomina, entrega fallida.

Esto es una suerte y una garantía de recepción del paquete, puesto que en los países que no cuentan con esta ley, el treinta por cien de los paquetes entregados, son robados de los porches y las puertas de las viviendas.

En nuestro país, empresas como Correos, Seur, MRW o Amazon, deben atenerse a la citada ley postal, pues operan como tales. Razón por la que están obligados a entregar en mano todos los paquetes que repartan. Esto supone un gran reto, puesto que las compras online aumentan día a día. Las empresas de logística siguen desarrollando la infraestructura necesaria para cumplir con las entregas en tiempos récord. Mientras tanto, un treinta por cien de las entregas, son fallidas, casi siempre porque el destinatario se encuentra ausente.

A este factor, a veces ineludible, hay que unir la creciente (y un poco desorbitada) mentalidad de los clientes de que los paquetes deben llegar cuando quiera, donde quiera y si no estoy en casa, que vengan todas las veces necesarias hasta que me encuentren. Así funcionan nuestras mentes… inmediatez, ante todo.

Son cada vez más las empresas de logística que se enfrentan a la nueva realidad: el destinatario tiene toda la importancia y el reto, consiste en hacer la entrega a la primera. En este sentido, los empleados se encuentran con todo tipo de problemas de movilidad como atascos, accesos difíciles o imposibles, condiciones meteorológicas, etc. Otro añadido a la imposibilidad que se da a veces es los plazos de entrega cada vez más y más cortos: desde entregas rápidas de veinticuatro horas hasta entregas en dos horas.

Necesidad de otras formas de entrega

Como hemos podido ver, aunque conocemos estas razones de sobra, pues somos parte del sistema en mayor o menor medida, debido a las mismas, las empresas de logística, invierten recursos, tiempo y creatividad que les permitan desarrollar estrategias que sirvan para optimizar la logística de última milla, con la finalidad de evitar a toda costa la entrega fallida. Desde entrega en los garajes de las viviendas unifamiliares hasta entrega en maleteros de coche (algo que prueban marcas como Ford o Volkswagen), o incluso, habilitar un espacio en los garajes de las oficinas. Dentro de las numerosas alternativas, solo dos, permanecen y se han asentado en nuestra sociedad: los puntos de entrega y las taquillas inteligentes.

El primero de ellos, consiste en un lugar físico en el cual, todas las mercancías compradas en internet, se entregan por los servicios portales y ser recogen por clientes particulares. El punto de entrega, suele ser un comercio de proximidad que acepta realizar labores de distribución a cuenta del operador logístico correspondiente. Son básicamente tiendas o pequeños negocios en los que se pueden recoger los paquetes dentro de un plazo de varios días y un horario bastante amplio. Algo que a los compradores online les supone una gran ventaja. La versatilidad del servicio y las garantías de que el paquete esta a buen recaudo, lo convierten en una de las opciones de preferencia. Para los operadores logísticos es una gran ventaja pues se evitan la tan temida entrega fallida.

La creación de esta red de puntos de entrega, ha conllevado una serie de costes y un plazo de tiempo para poseer la capilaridad necesaria para que sea efectivo al cien por cien.

Por otro lado, encontramos la solución perfecta para este tipo de problemas: las taquillas inteligentes. Como solución de almacenaje, no tienen rival, gracias a la tecnología integrada que poseen. Debido a su inteligencia, este tipo de taquillas, permite la automatización de la distribución y notificación de la entrega y recepción de todo tipo de paquetería. Desde el momento en el que el paquete se entrega en la taquilla inteligente, el destinatario recibe de forma automática una notificación que le avisa de que el paquete se encuentra a su disposición para ser recogido. El mismo mensaje incluye las instrucciones necesarias para la recogida.

Básicamente, este tipo de taquillas, son de autoservicio. Permiten recoger el paquete con total seguridad y autonomía, así como efectuar la entrega. Pueden encontrarse en zonas públicas como las estaciones de metro, tren, autobuses, gasolineras o centros comerciales, incluso las zonas privadas como los portales de viviendas, son proclives a disponer de taquillas inteligentes para recepción y entrega de paquetería.

Desde la incursión del coronavirus en nuestra placida existencia, hemos cambiado de forma irrevocable muchas de nuestras costumbres. Siendo la digitalización uno de los aspectos que mayor relevancia y presencia han cobrado. En este sentido, todo lo que se relaciona con internet, ha sido uno de los puntos fuertes que contribuyeron a facilitar las cosas en momentos tan complicados como lo que vivimos.

Tal fue el impacto de muchas de las medidas que se nos han quedado arraigadas las costumbres. El comercio electrónico es uno de los que más beneficiado se ha visto y con ello, todo el sector de la logística. Aunque para estos últimos, el reto ha sido y es, mayor. Cumplir con los plazos de entrega en tiempo y forma, sin problemas, sin entregas fallidas, con la mercancía intacta… son numerosos los factores que han llevado al sector a buscar alternativas plausibles, factibles y que sean aceptadas.

En este sentido, cabe destacar que la implementación de las taquillas inteligentes, no calo en sus orígenes, pero ha terminado por convertirse en una de las opciones más utilizadas.

Ofrecen flexibilidad, seguridad y confianza. Tanto para la empresa logística, como para el repartidor y por supuesto, para el cliente. Solo hay que seleccionar esta opción a la hora de realizar la compra y, aparecen numerosos puntos de recogida del que se puede elegir el que más convenga en cada momento. En cualquier lugar, a cualquier hora, sin necesidad, de estar presente en el momento de la entrega.